El famoso caramelo de barbería, cilindro, tubo, poste de barbero, piruli o cualquiera de sus otros nombres peculiares, gozan de una historia muy interesante, ¿Ya la conoces? Pues a continuación te la contamos.
Para la edad media, los barberos no estaban de moda, ni siquiera eran conocidos por su talento, por lo que ellos debían buscar la manera de ofrecer variedad para poder ganarse el sueldo, un detalle muy curioso, es que aunque arreglaban barbas y cabello, esto era de muy poca demanda, por lo que también debían ofrecer cirugías ambulatoria, tal como la extracción de muelas, eliminar sanguijuelas, un ejemplo claro de ello, fue Ambroise Paré, quien no solo fue barbero sino también cirujano.
Los barberos cirujanos iban de un pueblo a otro con toda su caravana sobre hombros, sin embargo, la forma para que sus clientes le identificaran era un poste improvisado, en ese poste se colocaban las vendas para que secaran, sirviendo como señal de reclamo.
El poste se usaba como representación del instrumento que aprestaban los pacientes para que se marcaran las venas de los brazos, con el fin de poder hacer la extracción, el color rojo era la sangre en las vendas.
Es por ello qué en Europa la señal de los barberos es solo rojo y blanco, mientras que en Estados Unidos se le agrega el azul como símbolo de las venas cortadas durante el proceso.